sábado, 30 de marzo de 2013

VIAJE NOVIEMBRE DE 2010 2ª PARTE


Nos esperaba una hora y media de cola hasta salir desde el circuito a carretera abierta.



Una vez recogido todas nuestras pertenecías ponemos rumbo a Cuenca, que aprovechando la festividad del martes 9 de noviembre con motivo de la Almudena en la comunidad de Madrid, era la ocasión perfecta para pasar unos días y visitar el casco histórico de la ciudad, nombrada Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Quique tuvo que irse, con lo que solo fuimos Chus y Elena, haciendo las veces de coche escoba, y yo.
Nunca había estado en Cuenca y la policía local me recibió con los brazos abiertos. Según paré, el policía en cuestión me pidió la documentación y una vez acabado el trámite llegamos a la pensión.
           
           
          Aprovechamos para hacer turismo por el casco antiguo, sacar las fotos oportunas y como no, hacer turismo gastronómico y probar mis primeros chatos de vino.





Al día siguiente partimos hacia Madrid con lo que hasta entonces creía que sería el diluvio universal. Para tener buena visibilidad dentro del casco debía ir girando la cabeza de lado a lado y dejar que la física hiciera el resto para poder continuar.

Durante la siguiente semana mi única ocupación era visitar familia y amigos, pero el fin de semana se planteaba, cuanto menos interesante, con la quedada nacional del foro kawa.es. Saldríamos unas 10 motos (incluida la de Quique) el sábado por la mañana dirección Cantalejo (Segovia). Después de las presentaciones y los trámites oportunos, averiguamos cuales eran nuestras habitaciones y nos prepararnos para la ruta que estaba organizada para esa misma tarde.

Pudimos visitar la localidad de Turégano en la que su mayor atractivo es un castillo cuya singularidad es que integrada en su construcción se encuentra la iglesia de San Miguel.





Lástima que no llegáramos a tiempo para poder visitar el interior del castillo.





























           Dado que para la mañana del domingo amenazaba lluvia y la entrada al castillo no se pudo realizar, se decidió mediante consenso realizar la ruta del día siguiente esa misma tarde, que no era otra que visitar la localidad de Sepúlveda. Algo que me resultó curioso de esta localidad es que por la plaza mayor del pueblo pasa una carretera que tan solo se abre a determinadas horas del día. Probablemente un dato sin importancia pero nunca había visto algo similar.        

Regresamos al hostal para recibir a los últimos rezagados, cenar todos juntos y prepararnos para disfrutar del ambiente nocturno de Cantalejo, que pese a ser un pueblo, goza de buen ambiente.





Al día siguiente tan solo unos pocos pudieron disfrutar del desayuno, ya que la noche se alargó hasta horas intempestivas. Después de las despedidas, la lluvia fue nuestra compañera durante la totalidad del viaje de regreso a Madrid.
¡¡¡El viaje estaba resultando increíble!!! Tenía todos los ingredientes que esperaba y algunos que ni tan siquiera me había planteado. Continuará...

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