miércoles, 20 de marzo de 2013

Preparando el primer viaje fuera de las islas (Cheste 2010).



Después de varios meses ya habíamos tenido tiempo suficiente para hacernos la moto y yo el uno al otro, con lo que como en cualquier relación que se precie había que dar el siguiente paso, subir un escalón. Ahora tocaba decidir cuál sería el momento y la motivación para hacerlo.

La motivación estaba clara y no fue otra que la de asistir a un GP de Moto GP. Tenía que ver el calendario y hacer coincidir las vacaciones con alguno de los eventos que se producirían en España. No resultó ser nada difícil ya que se disputaban Jerez, Cataluña, Motorland y Cheste y en la recámara también estaría Estoril.
           Tocaba proponerlo a los implicados que no serían otros que Chus (mi pareja) Quique y Elena (amigos de Madrid). En esta ocasión la votación se había decantado por el circuito Ricardo Tormo de Cheste principalmente por varios motivos. Habría tiempo suficiente para hacer los preparativos de: alojamiento, material, entradas, etc.



Nos ponemos manos a la obra y casi sin pensarlo ya teníamos las entradas al circuito. Con respecto al alojamiento tuvimos la buena suerte de que la hermana de Elena tenía un bonito chalet a tan solo 15 km del circuito disponible para la fecha. Todo empezaba a encajar como si de un mecano se tratara.

Ahora era el turno del billete para poder desplazarme hasta la península. Opté por coger la que hasta entonces era el único medio y compañía para hacerlo, realizando el trayecto Canarias-Cádiz con la posibilidad del transporte de pasaje. Como tan solo realiza un trayecto por semana y el día de partida es el sábado llegando al destino el lunes, tendría que ir a Madrid antes de iniciar la marcha hacia el GP.
Cuando ya todo se iba hilando era momento de plantearse: ¿Qué material voy a necesitar?, ¿Qué ruta seguiré durante los recorridos?, ¿Qué hacer los días que no esté en el GP?, ¿Cuánto tiempo estaré de viaje?

Como disponía de un espacio tan reducido, que se basaba en una mochila sobre-depósito y otra pequeña mochila atada al asiento del copiloto, debía tener muy claro lo que era estrictamente necesario para el viaje (haciendo una pequeña trampa con las ropas de recambio aprovechando que Chus viajaría en avión hasta Madrid).

El material en cuestión sería: Un mono de cuero (es menos práctico que los de cordura pero preferible a la hora de tener alguna caída), ropa térmica, casco, guantes de gore-tex, bufanda tubular para el cuello, botas, sendas mochilas, grasa para la cadena, una linterna, herramientas varias, llaves de repuesto, pilas, y un sinfín de cosas que a la vuelta del viaje comprendí que tuve excesos y carencias con respecto al material. Algo habitual que se aprende y corrige con la experiencia.   
            A medida que se acercaba la fecha de partida conseguí ir ultimando los preparativos y el tiempo de viaje. Éste iba a ser de 20 días para hacer coincidir con la quedada anual del foro Kawa.es del cual era miembro incluso antes de tener la moto.

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