miércoles, 24 de julio de 2013

VIAJE ABRIL DE 2012 1ª PARTE

          Después del buen sabor de boca que me dejó mi anterior aventura y viendo que cada vez me encontraba más cómodo viajando, tenía claro que volvería a repetir en futuras ocasiones.
          Una vez barajadas las diferentes posibilidades, la mejor opción era Jerez, ya que después del impresionante arranque de temporada por parte de los pilotos españoles, el fin de semana prometía.
          

          Con todo listo y preparado para partir lo que más me preocupaba era que mi pareja (Chus) pudiera pasarlo mal durante el trayecto en barco, pese a habernos hecho acopio de biodraminas. Ya en cola para embarcar entablamos conversación con 2 chicos (Paco y Yeray) que venían por separado y que en esta ocasión sí que tenían nuestro mismo destino, que no es otro que acudir el fin de semana al GP de Jerez. Imagino que a diferencia que en las ocasiones anteriores esta vez el circuito está muy próximo al puerto de Huelva y eso facilita en gran medida el tomar la decisión de dar el salto.


          

          Como ya es rutina, esperamos a que ataran nuestra montura para acceder definitivamente al interior de nuestra "casa" durante las siguientes 37 horas, ¡¡¡Ya no había marcha atrás!!!. Esta vez el barco tenía una sensación y un olor diferente... no iría "solo" y podría compartir el viaje al completo, aunque realmente durante mis trayectos en barco nunca he estado solo, ya que la aficción de la moto es motivo suficiente para entablar conversación, ayudandome en gran medida a ello.
          Otro elemento que también era diferente, es que en esta ocasión el viaje sería en abril. Pese a ello había decidido no cambiar mi equipaje con respecto a años anteriores, teniendo la certeza de que no pasaría el mismo frío. Hacía buen tiempo al salir de Gran Canaria y nos acompañó durante la totalidad de la travesía, si bien es cierto que una vez nos alejamos del archipiélago, el aire húmedo del mar hacía necesario ponerte un ligero abrigo.
          Ya en el puerto de Huelva preparamos nuestras motos y pusimos rumbo a nuestras respectivas localizaciones bien entrada la tarde, hasta el punto de que apenas salimos, el manto negro de la noche cubría nuestras cabezas. En esta ocasión si que pudimos disfrutar algo más del ambiente motero previo a un GP del mundial (hasta el momento mis travesías habían transcurrido en la más y absoluta soledad). Llegaríamos al hotel pasada la medianoche y allí nos esperaba Elena, que había bajado en coche desde Madrid. Nos había preparado una suculenta cena a base de embutido y paquetes de papas varios jejeje. 
          A la mañana siguiente y dado que no disponía de sidecar, teníamos por delante la decisión más difícil del fin de semana, ir todos en el coche o hacerlo ellas y yo ir en la moto, pero al final imperó la razón y decidimos ir todos en el coche. De esa manera evitaríamos el gasto innecesario de gasolina por mi parte, que en aquel momento estaba en torno a 32 céntimos de diferencia por litro con respecto a Canarias y si tengo que ser sincero, eso es algo que me dolió en mi primer viaje pero que con el transcurso de ellos he aprendido a aceptarlo y superarlo gracias a la segreción de seratonina, que no es otra que la hormona del placer, que produce conducir una moto y que solo aquellos que lo han hecho conocen.
          Llegaba la hora de aparcar en el circuito y a diferencia de hacerlo en moto, éstos están bastante más retirados (al menos en el circuito de Jerez). Caía una lluvia fina pero intensa, que llegaba a calar y mientras caminabamos hacia la entrada del circuito nos íbamos impregnando del ambiente motero.
                                                                                                                        CONTINUARÁ...
 
              

No hay comentarios:

Publicar un comentario