VIAJE NOVIEMBRE DE 2011 2ª PARTE

            Después de más de 500 km, 7 horas de ruta, casi 2 horas sentado en el suelo y bastante mojado tocaba reanudar el viaje para acometer el último tramo del trayecto antes de obtener mi recompensa en forma de ducha caliente.
            Vuelvo a la carretera después de repostar donde aún me quedan al menos otras 2 horas de camino. Por suerte ya había cesado de llover, lo que facilitó el recorrido final después de haber estado toda la noche sin dormir. Pese a lo acontecido, al llegar a mi destino, la satisfacción de haber realizado aquel periplo me impedía tener sensación alguna de cansancio. Me duché con el agua más caliente que mi frío cuerpo pudo soportar, me tomé un vaso de leche caliente y al circuito a pasar un gran fin de semana.
            Ya en el circuito nos encontramos con Quique y Maite, que no daban crédito de mis andanzas. Durante el fin de semana el plan era muy similar al año anterior. Paella el sábado en la avenida de la playa de la Malva Rosa, en Valencia y bocadillos de salchichas, beicon, etc. durante el tiempo que estábamos en el circuito. Una dieta muy "variada" pero como saben esos bocadillos ¡¡¡Mmm!!!.

          En esta ocasión hizo algo de fresco pero tuvimos la suerte de que la lluvia nos respetó durante todo el fin de semana. El sentido homenaje que se le hizo a "SuperSic" hizo levantar a toda la grada arropando a los pilotos y haciéndonos sentir protagonistas por la admiración de un deporte como es el motociclismo.

           De regreso Chus y Elena volverían en coche después de recoger los bártulos, momento que aproveché para ir ligero de equipaje en la moto. En cambio Quique, Maite y yo regresamos con sendas motos en lo que sería el primer viaje en moto para ella, aunque no estoy tan seguro de que disfrutara de él tanto como yo. En una de las paradas me comentó que iba tan abrigada que estaba pasando frío a causa de su propio sudor. Casi sin darnos cuenta ya estábamos entrando a Madrid cuando ya había caído la noche y sin tan siquiera pararnos nos despedimos con un ligero gesto rodando de camino a casa.
          El fin de semana siguiente era la quedada anual del foro Kawa.es y en esta ocasión no me pudo acompañar Quique. Los que nos desplazábamos desde Madrid quedamos el sábado por la mañana en los Arcos de la Vaguada para partir todos juntos en dirección a San Esteban de Gormaz (Soria). Momento que me causó una gran alegría al volver a ver a los compañeros de hazañas del año anterior y también conocer gentes nuevas.
          Una vez en San Esteban y después de haber hecho una ruta en la que se incluía off road... dejamos el equipaje en el hotel y nos dispusimos a hacer una ruta en moto por el pueblo y alrededores, para conocer las bodegas típicas de la región y la iglesia de San Miguel de la mano del teniente alcalde del pueblo y el Motoclub Lairón. La iglesia fue construida en el año 1081 siendo la más antigua del lugar, es la primera muestra románica de la provincia de Soria y de las primeras de la península y está declarada monumento histórico-artístico nacional. También nos invitaron a degustar una enorme parrillada y vino dignos del mejor banquete.

 

          A la mañana siguiente y después de una noche de fiesta donde incluso conseguimos que todos y cada uno de los miembros de la quedada enseñara su ropa interior, nos esperaba un aperitivo de despedida en un pueblo llamado Liceras, que es un pueblo muy pequeñito pero muy acogedor de tan solo 58 personas censadas a 2010.

          De regreso y con la inteción de invertir el menor tiempo posible optamos por la aburrida A-1. En esta ocasión tan solo íbamos 3 motos pero a la altura de somosierra nos engulló un banco de niebla tan denso que apenas alcanzaba a ver la luz trasera del primero de la expedición. Tuvimos que reducir la velocidad de crucero a unos escasos 70 km/h pero no dejaba de sorprenderme como con una visibilidad de apenas 20-25 metros nos seguían adelantando coches que podrían estar rodando en torno a unos 100-110 km/h. Por suerte no hubo que lamentar ninguna incidencia más allá de la mera anécdota. 

          Ya en Madrid aun me quedaba una semana antes de coger el barco de regreso a Gran Canaria, con lo que aun disponía de tiempo para organizarme alguna ruta más. Continuará.